En la región de Maramureș, bien al norte de Rumania, está el Cementerio Alegre de Săpânța. Era uno de los lugares que tenía marcados en el mapa incluso antes de pisar suelo rumano. En este cementerio recuerdan a sus muertos de una forma muy particular: una cruz de roble tallada a mano con una ilustración y poema relatando la vida del difunto. Tuve la posibilidad de conversar con la familia que hoy en día hace el trabajo de las lápidas y sacarme todas las dudas posibles, lo cual podés ver en mi canal de YouTube.
Cómo llegar y cuánto cuesta
El cementerio se encuentra en el pequeño pueblo de Săpânța, en la región de Maramureș, a unos 20 kilómentros de la ciudad fronteriza Sighetu Marmației. Si te alojas en esa ciudad hay muchos operadores turísticos que te llevan al cementerio y también al monasterio de Săpânța que es el segundo edificio de madera más alto de Europa. La entrada al cementerio cuesta 10 lei. Yo preferí alojarme directo en Săpânța y moverme a dedo, como fue todo mi viaje por Rumania.
¿Por qué el cementerio alegre es tan especial?
Los cementerios suelen ser lugares lúgubres, solemnes y grises. Más allá de algún epitafio elaborado o fotos que puedan dejar los familiares, generalmente es muy difícil saber algo de las historias que ahí descansan. Stan Ioan Patras, un artista nacido en Săpânța en 1908 tuvo una visión transformadora: retratar a los muertos con un poema y una ilustración de su vida. Caminando por el cementerio te vas a encontrar con maestros, mineros, camioneros, trabajadoras de telares, pastores y varios amantes de la bebida. Además, todas las lápidas están pintadas con colores alegres: rojo, amarillo, verde y, obviamente, el tradicional azul de Săpânța. La importancia de este color tiene que ver con la impronta religiosa de Săpânța y Rumania en general: el cristianismo ortodoxo. Este tono de azul es vinculado por los creyentes con la pureza y eternidad.
¿Qué dicen las lápidas?
Las imágenes son mucho más fáciles de interpretar que los poemas porque ni siquiera son en rumano clásico, sino que muchas palabras son propias de un dialecto del pueblo. Incluso para rumanos de otras regiones es complicado entender lo que dicen algunos de estos poemas. De todas maneras, a modo de ejemplo, le pedí a un amigo rumano que me traduzca lo que pueda:

Esta lápida claramente hace referencia a una mujer maestra. En el pizarrón dice: “La escuela será escuela cuando el Hombre sea hombre y el Estado sea Estado”. Es una frase del poeta nacional Mihai Eminescu.
En cuanto al poema de la lápida dice así:
“Fui una profesora y eduqué chicos en la escuela.
Enseñaba nuestro antiguo lenguaje rumano.
Dios me dio dos hijos y los eduqué yo misma.
Fueron a grandes Universidades y fui muy feliz por ellos.
Toda mi vida luché por ser una de las primeras en mi pueblo, al igual que mis padres.
Dios bendiga a ellos y a mis lectores”.
Veamos otro ejemplo muy distinto: una lápida que ilustra un señor tomando alcohol con un amigo.

“Me sentía bien siempre que estaba con mis amigos tomando.
Compartíamos muchas historias mientras tomábamos algo.
Me tomaba un trago cada tanto, pero siempre haciendo mi trabajo.
Nunca pospuse tareas para que la gente se burlara de mi.
Tal vez tenía el presentimiento que no iba a vivir tanto tiempo,
Pero descansaré a la sombra de la Iglesia.”
Por último, les dejo esta de un chico que murió muy joven:

“Acá descanso yo
Pop Toader es mi nombre
Desde que estoy aquí
Le envié mucha tristeza a mi padre, mi madre y mis hermanos.
Lo mismo con las chicas y chicos que escuchaban mis canciones.
Cantaba con mi flauta y ellos siempre me escuchaban.
Cuando más amaba mi vida, la muerte me llevó.”
La falsa tumba
Algo que me repetían los locales era el sentido del humor de estos poemas, que a veces intentan reflejar las historias con chistes y mensajes ocultos. Probablemente el caso más resonante es una lápida que habla mal de una supuesta suegra. Dice algo así como “Acá yace la peor suegra del mundo”. En el cementerio no pude encontrar esa lápida pero luego, cuando hablé con gente local, me explicaron que esa lápida es un chiste y no hay ninguna suegra muerta ahí enterrada. No se me ocurre mejor manera para ilustrar este sentido del humor tan arraigado y una manera muy particular de tomarse la muerte. Esta anécdota está bien explicada en el video.
Definitivamente es uno de los lugares más interesantes que visité en mi viaje por Rumania, aunque queda muy a trasmano de todo lo demás. Si andas con ganas de viajar a Rumania no te pierdas la guía básica, el itinerario que armé y todo lo necesario sobre el presupuesto de viaje. También fue muy interesante viistar el Santuario de Osos en Brasov, ¡qué animales más grandes!
